Si gano, el triunfo no sólo será mío sino de la UNAM, afirma " />

Osvaldo Reyes, solitario representante de la Universidad en tenis de mesa

Emiliano Alvarado
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

 

Originario del Distrito Federal es el mayor de cuatro hermanos. Bajo de estatura, barba pronunciada, tez morena, cabello negro, ganador el año pasado del Torneo Interfacultades, con gusto por el cine, la literatura y la música, un gran aprecio por sus amigos y apasionado de la carrera de Psicología, así es el jugador de tenis de mesa Osvaldo Reyes, de 19 años, y quien será el único representante de la UNAM en la Universiada Nacional 2008, del 24 de abril al 8 de mayo en Guadalajara, Jalisco.

El estudiante de la FES Iztacala se abre un poco para platicar, no sólo de su carrera deportiva, sino de su vida: gustos, pasatiempos y vivencias, así como de su formación académica en la Universidad.

Sobre sus aficiones dice que películas de diversos géneros, desde las más clásicas como Romeo y Julieta, hasta filmes fantásticos como El señor de los anillos y La guerra de las galaxias, son sus favoritas. Literatura, pasando desde Sigmund Freud, hasta novelas como Memoria de mis Putas Tristes, de Gabriel García Márquez y Aura, de Carlos Fuentes. Música de José Alfredo Jiménez, llegando hasta el extremo con el género del Metal, describen la diversidad de pensamiento de Osvaldo.

Antes de ingresar a la Licenciatura (2006) tenía dos opciones de estudio: Medicina o Psicología, se decidió por la segunda y, a pesar de tener ciertas dudas  sobre la carrera en un principio, ahora la licenciatura le agrada cada vez más, actualmente cursa el cuarto semestre y ya piensa en la especialización: psicología criminalista.

Se acercó al deporte desde pequeño, jugaba futbol en las calles con sus amigos y lo disfrutaba. Sin embargo, cuando ingresó a la Preparatoria 6, el tenis de mesa y la natación llamaron su atención.

“Entré a natación cuando iba en primer año de prepa, aunque en las jardineras de mi escuela había pinponeras y comencé a jugar con los más experimentados, me ponían unas palizas, eso no me gustó. Hasta que un día vi un cartel que decía: Tenis de Mesa en el Frontón Cerrado, me acerqué con la que ahora es mi entrenadora, María Salazar, y comencé a practicarlo, hasta ser el mejor en mi prepa”, comenta orgulloso.

Con el paso del tiempo, Osvaldo Reyes se fue dando cuenta que la natación no era su futuro y se inclinó por el tenis de mesa, el cual le ha dejado una gran satisfacción, al grado de convertirse en el único participante puma que competirá en suelo jalisciense en esta especialidad.

Para lograr esto compensa los problemas que tiene de horarios escolares, y del largo camino que recorre desde Iztacala a CU, con sus entrenamientos, hasta acumular un total de 15 horas a la semana de preparación.

“Muchos piensan que este deporte es fácil, sin embargo, un presidente dijo en unos Juegos Olímpicos que el tenis de mesa es la tercer disciplina más complicada de todas, sólo por debajo de los clavados y la gimnasia, ya que le tienes que pegar a una bola que viaja a más de 120 kilómetros por hora en menos de un segundo, así que requiere de una gran preparación”, agregó el sub campeón regional.

A poco más de un mes de comenzar la Universiada Nacional, Osvaldo Reyes se prepara arduamente para competir en esta justa deportiva. Fortalece sus piernas andando en bicicleta y lo complementa con el gimnasio. Trata de jugar todo el tiempo posible, para llegar a punto a tierras tapatías.

Estudiante de cuarto semestre de psicología, tiene un promedio de 8.2, y su gran objetivo es lograr una medalla en la máxima competencia deportiva universitaria de nuestro país. No se quiere aventurar a pronosticar el lugar, pero sí piensa alcanzar el pódium.

“Mi entrenadora dice que el nivel no va a ser muy elevado, poniendo como parámetro una escala internacional, entonces intento pensar que el nivel aquí no es muy grande y me comparo con mis competidores, creo que no estoy muy lejos de ellos. Con base en eso voy por una medalla”, sentencia.

Al ser el único representante auriazul de la especialidad que viajará a Guadalajara en abril próximo, Osvaldo Reyes siente una gran responsabilidad consigo mismo, con la UNAM, con sus compañeros que no pudieron asistir y con su familia, de hacer un destacado papel. Está orgulloso y contento porque representará los colores de la Universidad.

“Es un sentimiento agradable decir: voy en nombre de mi escuela y que ésta es la UNAM, un monstruo, algo inmenso y de alguna manera pesa. No dices: ganó Osvaldo, sino ganó la UNAM”, remata.

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