El kendo transformó el Frontón Cerrado de CU en un recinto samurái

Los maestros Yamanaka Shigeki y Ozawa Hiroshi realizaron una exhibición de este arte marcial japonés de tradición milenaria

Candelaria Chávez
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

Ataviados con trajes de guerreros samurái, alrededor de cien iniciados en el kendo se dieron cita en las instalaciones del Frontón Cerrado de CU para participar en una exhibición de este arte marcial japonés, bajo la dirección de los maestros Yamanaka Shigeki, octavo dan, así como a Ozawa Hiroshi, séptimo dan, ambos máximos exponentes de la disciplina.

La exhibición, celebrada dentro del marco de las conmemoraciones de los 400 años de intercambio entre México y Japón, reunió a las diferentes asociaciones afiliadas a la Federación Mexicana de la especialidad, como el Estado de México, Distrito Federal, Puebla y del Campus Universitario.

Con la ayuda de un traductor y el sonido de un silbato para dar indicaciones o marcar cambios de los ejercicios, los maestros iniciaron con un calentamiento basado en estiramientos y movimientos con el sable, los cuales siguió el centenar de iniciados que se encontraban en la duela. Acto seguido, se dividieron en dos grupos, de acuerdo a sus grados.

El kendo es el único arte marcial que no utiliza colores de cinta; básicamente realizan sus distinciones a través del grado de kyu, que va del sexto, el más bajo, al primero, que es el más alto nivel. Sin embargo, ni el color ni el grado importan, pues en su filosofía lo relevante es la fuerza que el guerrero desarrolle al momento del combate.

Ambos senseis, acompañados por el profesor Jesús Maya Martínez, presidente de la Federación de Mexicana de Kendo y de la Asociación de la UNAM, mostraron durante aproximadamente tres horas cómo a través de cuatro puntos básicos se puede derrotar al enemigo.

Primero es la cabeza (men) donde se golpea al oponente en la parte superior y en ambas sienes. El segundo es los costados, (do), golpes cortando en ambos lados del tronco; el tercero son las muñecas (kote), donde no puntúa el golpe en la mano ni en el resto del antebrazo. Y, por último, en la garganta o tsuk, donde no existe corte, sino que únicamente se realiza una estocada en la garganta o esternón.

En otro momento mostraron el manejo de la katana o sable, que es la combinación de algunas técnicas de esgrima y que desde hace miles de años es practicado por los guerreros samuráis del Japón.

El climax de la exhibición fue cuando los experimentados guerreros del sable se enfrentaron realizando una demostración de formas y combate frente a sus discípulos, así como del público que abarrotó el Frontón Cerrado, quedando el inmueble en un silencio total donde únicamente se escuchaban los gritos de combate y fuerza de los samuráis.

Al finalizar el encuentro, y con la ayuda del traductor de origen japonés, solo atinaron a decir: “Lo sentimos si fallamos en los movimientos o indicaciones, es cuestión de práctica”, demostrando una vez más esa humildad característica de los nipones.

El titular de la asociación de dicha disciplina en la UNAM, Jesús Maya, refirió que “verdaderamente es un honor para quienes estamos aquí presenciar este deporte en su máxima expresión con los maestros Yamanaka Shigeki y Ozawa Hiroshi. Estos festejos por los 400 años hacen posible que dos culturas tan diferentes se vean cercanas gracias al objetivo común del kendo.”

También se confesó contento de poder formar parte de este proyecto, y expresó su agradecimiento a quienes hicieron posible que se llevara a cabo esta exhibición dentro del recinto universitario.

Como fruto de este primer acercamiento e intercambio, en las próximas vacaciones de verano viajarán al archipiélago asiático cinco alumnos universitarios para participar en un campamento como parte de su preparación rumbo al mundial de la especialidad, que se efectuará en Ecuador.

Jorge Castell, Diego Cornejo, Pablo Tómas Yanes y Rodrigo Gutiérrez, además de Karla de la Loza, serán quienes emprendan ese viaje, gracias a la embajada de Japón, mediante una beca cultural y deportiva aunada al financiamiento universitario.

Por lo pronto, ellos se encuentran en estos momentos estudiando el idioma nipón, además de perfeccionar el inglés, gracias a los auspicios que la UNAM, por medio del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (CELE), les está proporcionando.

Para concluir, y parafraseando al introductor de este arte marcial en México, Alberto Bremauntz, “la práctica del kendo te hace pensar con acertividad y actuar con rapidez”. O como el propio Maya Martínez afirmó “el kendo es combatir sólo contra sí mismo, lo que quiere decir que la verdadera batalla es aprender a vencerse a sí mismo”.

México DF, 03/03/2010

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