Con un marcador global de 49-47, el representativo auriazul de handball se coronó en la Liga Metropolitana de la especialidad tras vencer a su acérrimo rival deportivo: Burros Blancos del IPN, en la final de vuelta celebrada en el Comité Olímpico Mexicano (COM).

La historia de esta final se había comenzado a escribir semanas antes cuando los Pumas de la UNAM vencieron en el Frontón Cerrado de CU a los de guinda y blanco con un marcador parcial de 29-27 en la final de ida.

Para el segundo duelo se vivió un partido trepidante entre las dos instituciones más señeras de educación superior en México, que abarrotó el COM en una batalla de porras así como un apasionante duelo en la cancha que terminó empatado a 20 goles.

Los Burros Blancos sabían que necesitaban anular la ventaja puma por lo que desde el inicio del encuentro se fueron arriba en el tanteador ante unos auriazules descontrolados y nerviosos, situación que se tradujo en diferencia de cinco goles en contra para los universitarios.

La calma así como la dosis de experiencia corrieron por cuenta del incansable Emilio Stoopen, de la Facultad de Odontología, quien ingresó para repartir juego y rematar en momentos importantes para revivir al conjunto felino.

Toma y daca en la duela con dos equipos que jugaron para ganar, Pumas hilvanó tres buenas jugadas que fructificaron en goles que los acercaron en el marcador y que, aunado a las atinadas intervenciones del universitario Alejandro Sosa en la portería, pusieron las cosas al rojo vivo con dos minutos para el final.

Pumas tenía dos goles de desventaja en el parcial y cuando todo indicaba que habría un empate en el global, Stoopen y Favila lograron dos tantos que pusieron los cartones empatados a 20 para consumar la victoria global para la UNAM con segundos para finalizar.

Los últimos instantes no fueron fáciles para los Pumas, pero supieron contener los embates politécnicos para sellar la victoria. El júbilo total por parte de la colmada tribuna universitaria que coreaba el ya tradicional “¡Cómo no te voy a querer!” fue sellado con un emotivo “¡Goya!”.

Mención especial merece el lateral universitario de origen vasco, Ekaits Mateo Galar, quien se encuentra haciendo una estancia académica en nuestra universidad y quien pronto adoptó a la UNAM como su alma mater.

Y es que se entregó en la final con garra y espíritu, además de contribuir con una buena cuota de goles para darle la victoria a los felinos universitarios. "Es imposible no enamorarte de una institución así. Soy puma, así lo siento pues esta alegría es indescriptible", comentó el vasco al momento que presumía su medalla que lo acredita como campeón.

Por su parte el guardameta felino Alejandro Sosa cerró la puerta en los momentos más apremiantes para evitar la caída de su marco en los últimos instantes, cuando la presión rival apremiaba.

El entrenador en jefe de la escuadra universitaria, Lautaro Ponce, visiblemente emocionado comentó: "Es una gran alegría, así se juegan estos partidos con gran emoción y con pasión hacia tus colores. Es un cetro más para la UNAM y nos da mucho gusto brindarlo a toda la comunidad, es una invitación para que conozcan todo lo que implica ser un puma de la UNAM, en todos los deportes, la misma pasión, el mismo corazón".