La evaluación morfofuncional a la que fue sometida la Selección Mexicana de Futbol por parte de la Dirección de Medicina del Deporte de la UNAM culminó este lunes con la realización de la última prueba pendiente. Y es que para la Federación Mexicana de Futbol, la máxima prioridad en este momento es asegurarse de que los jugadores estén en condiciones óptimas.

El pasado martes 13, los seleccionados visitaron las instalaciones de la Dirección de Medicina del Deporte de la UNAM, donde se elaboraron sus historias clínicas y les hicieron algunas pruebas médicas, como ecocardiogramas, análisis de sangre, antropometrías y pruebas de esfuerzo, entre otras, además de algunas mediciones en pista y campo.

Las pruebas culminaron este lunes con la visita de un grupo de especialistas de Medicina del Deporte de la UNAM, encabezados por la directora, doctora Cristina Rodríguez, al Centro de Alto Rendimiento de la Femexfut, para realizar el denominado “test de lactato”, que servirá para determinar el umbral anaeróbico de los jugadores, es decir determinar su capacidad física.

Para llevar a cabo esta prueba se dota a los jugadores de un monitor portátil, que es como un reloj, y que sirve para monitorear su corazón. Antes de correr diez minutos a un ritmo determinado, se realiza una toma de sangre del oído. Tres minutos después de concluir esos diez minutos se hace otra toma y se procede a correr otros diez minutos, pero a un ritmo más intenso, para concluir con una tercera toma de sangre.

Los jugadores corrieron por grupos, de acuerdo con los resultados de la prueba de esfuerzo que les realizaron en el Campo Uno de Ciudad Universitaria, hace 15 días. El único que corrió sólo fue Israel Castro, de Pumas, ya que se ubicó como el jugador con mejor capacidad física del equipo.

Los médicos de la Selección han hecho una labor muy detallada para completar los archivos médicos de los jugadores, estableciendo contacto con sus colegas de los demás equipos de primera división, e incluso con los de los jugadores que participan en las ligas de Europa y Estados Unidos.

El doctor Radamés Gaxiola, médico responsable de la Selección Mayor, comentó que para poder integrar el expediente de los futbolistas que están fuera del país se aprovecharon las denominadas fechas FIFA, en las cuales los jugadores de fuera deben participar con sus Selecciones, para hacerles las pruebas médicas en Estados Unidos (donde jugó la Selección).

Las únicas pruebas que no se pudieron llevar a cabo en nuestro país fueron las de antidoping, que se efectúan sometiendo una muestra de orina a diferentes reactivos. Estas pruebas se realizaron en Cuba, ya que México no cuenta con un laboratorio certificado por la FIFA.