Tres esgrimistas pumas, cartas fuertes para México en los Juegos Centroamericanos

Angélica Larios Delgado, Alexandra Avena Koenigsberger y Getzemani Delgado Álvarez son las felinas que representarán a la UNAM en Mayagüez, Puerto Rico

Emiliano Alvarado
Foto: Jacob V. Zavaleta

 

“La vida es como un asalto de esgrima, es así de fácil. Si tú quieres atacar, vas y lo haces. Si tú deseas terminar una carrera, te preparas y lo consigues. La diferencia radica en la decisión de hacerlo sin buscar pretextos. Estar paradas en la pista es como un espejo de nuestras vidas, de lo que puedes y no realizar, todo depende de ti”.

Con esta filosofía, Angélica Larios Delgado —sable—, Alexandra Avena Koenigsberger —espada— y Getzamani Delgado Álvarez —florete— han cumplido sus metas a lo largo de sus vidas. Una de éstas es representar a México y la UNAM en los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, Puerto Rico, no sólo como simples participantes, sino como cartas fuertes nacionales para dicha justa.


Palmarés

Angélica Larios dejará huella de su calidad en las pistas internacionales de Mayagüez pues está acostumbrada a ello. Dentro de su trayectoria se cuenta el ser olímpica de Beijing, participante en los Juegos Centroamericanos de Cartagena, Colombia, así como en los Panamericanos de Río de Janeiro. Entre sus principales logros destacan ser tres veces campeona nacional y un título Centroamericano en el 2006.

Alexandra Avena, estudiante de noveno semestre de Derecho, seguidora fiel del equipo de futbol Pumas de primera división, cuenta con 24 años, de los cuales nueve han sido dedicados a la esgrima. Unos Juegos Centroamericanos —2006—, un segundo lugar en el Nacional de Puerto Vallarta, de este año, además de un primero, segundo y tercer puestos en los selectivos, son parte de sus cosechas.

Getzemani Delgado Álvarez, chica de 21 años y estudiante de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, quien es la más joven de las tres, tratará de elevar su palmarés y dejar atrás los logros en las Olimpiadas Nacionales, en donde desde el 2005 ha sido medallista por la UNAM, para convertirse en campeona Centroamericana.

Pumas desde la cuna, como ellas lo dicen, están orgullosas de la Universidad y representarla en una justa internacional las llena de compromiso. “Para mí la UNAM siempre ha sido como un México chiquito; cuando está bien, el país también lo está. Todo lo que representa me inspira mucho y el competir para lograr algo bueno por mi casa de estudios es como una motivación extra”, comenta llena de orgullo Alexandra Avena.

Este gran estímulo las ha llevado a competencias de alto nivel como lo son estos Juegos Centroamericanos. Sin embargo no sólo se trata de motivación, también de hacer de buena manera las cosas: con disciplina, constancia y coraje para cumplir sus objetivos, inclusive superando barreras impuestas por su propia Federación.


El camino a Mayagüez

Un proceso complicado y desgastante vivieron estas auriazules para conseguir un puesto en el representativo nacional que viajará a Puerto Rico, que dicho sea de paso es la primera ocasión tras aproximadamente diez años en que tres auriazules de la misma especialidad no clasificaban a unos Centroamericanos.

“Fueron varias competencias las que tuvo este proceso de selección, en donde además fueron cambiando el sistema durante el mismo. Fue difícil adaptarse, pero el objetivo era participar en controles y selectivos nacionales, competencias internacionales, para culminar con el Campeonato Nacional. Al final de todo esto sumabas o restabas puntos, lo que decidió estuviéramos ahí”, explicó la experimentada Angélica Larios.

Los selectivos, controles internos (donde participaban los ocho mejores del ranking), además del Festival Olímpico, fueron los que más puntos les dieron para clasificar a la justa del Caribe. Aún falta que la Federación de la especialidad defina quiénes tirarán el individual. Si es el caso de que las universitarias sean las elegidas, porque tienen el talento y el nivel para realizarlo, están claras en traerse una presea.

Un factor determinante para su meta es la ausencia de Cuba, esto las compromete más para regresar a México con la cara en alto, reflejando la luz en su rostro de la medalla que probablemente cuelgue en su cuello.

“Sería una vergüenza no regresar con una medalla de los Juegos, tanto en el individual como en equipos. Sin menospreciar el área del Caribe, que no es tan complicada, regresar de los Centroamericanos con una medalla es un compromiso fuerte, más si Cuba no está, ya que bien o mal es un equipo fuerte”, coinciden las auriazules.

Sin embargo, y a pesar de esta gran ausencia, no será nada sencillo llevarse el título centroamericano porque tendrán que competir contra países como Venezuela, Panamá, República Dominicana y Colombia, equipos de buen nivel en el área.


Agenda llena

La ambición de las felinas, hablando deportivamente, no sólo se queda ahí. Terminando la justa de Mayagüez, inmediatamente se alistarán para competir en el Panamericano de la especialidad, a realizarse en San José, Costa Rica. Después, continuarán con el ciclo para clasificar a los Juegos Panamericanos de Guadalajara, Jalisco, y concluir con un objetivo al acecho de estas pumas: Londres 2012.

Por lo pronto, estas jóvenes felinas regresaron de distintas competencias de Cuba, en el caso de Alexandra y Getzemani, y Nueva York —Angélica—, que les sirvieron como preparación para llegar a punto a Puerto Rico. Además, están con la incertidumbre de si viajarán o no a un campamento en Mérida, Yucatán, poco antes de partir a los Centroamericanos, a donde llegarán el 14 de julio.

México DF, 24/06/2010

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