En la primera semana del programa Veranocio, donde se combina lo lúdico con lo deportivo, acudieron a “las Islas” de Ciudad Universitaria aproximadamente 3 mil alumnos, tanto de nuevo ingreso como de cursos superiores, procedentes de las diferentes Escuelas y Facultades de la UNAM, así como algunos estudiantes del nivel medio superior, además de trabajadores administrativos y académicos.

Veranocio, al igual que el Programa Universitario de Activación Física (PUAF), más que ser una fiesta recreativa y deportiva es la oportunidad que la Institución brinda a su comunidad para aprovechar el tiempo libre de manera inteligente, al poder hacer uso del sinfín de atracciones que ofrece para todos los gustos, como gimnasia de grupos, bailes de salón y hawaiano, talleres de alebrijes, pintura digital, capoeira y la ludoteca.

En esta tercera edición de Veranocio hizo su aparición como una de las máximas atracciones la “esfera acuática”, un gigantesco globo transparente, inflado con una gran bomba de aire, que se desliza sobre una gran alberca con agua.

Tal fue la demanda por subirse a la esfera que a los asistentes no les importó esperar formados más de una hora para mostrar su equilibrio y condición física durante los cinco minutos permitidos.

Ése fue el caso Paulina Zaragoza, alumna de primer ingreso a la Facultad de Arquitectura, quien enfatizó: “Creo que no lo hice tan mal. Está pesado, ya que se requiere de mucho esfuerzo para tratar de pararte sin que se mueva y te caigas. Hubo un momento en que sentí bastante calor y no podía respirar, pero finalmente vine a divertirme y creo que lo logré”.

“Tirolesa” y alebrijes

Otra de las diversiones que también aglutinó a los participantes fue la “tirolesa” que, de acuerdo a quienes se suben, la adrenalina se siente desde que están formados y aumenta cuando les empiezan a poner el arnés de seguridad, como lo expresó la primera chica en realizar la proeza, Mariana Martínez, del octavo semestre de Arquitectura.

“Vengo con 15 de mis amigos de ‘Arqui’, ellos me animaron para subir y creo que no se equivocaron en insistirme. Me dí valor, olvidé la pena y aquí estoy: divirtiéndome y disfrutando todo lo que la UNAM ofrece a sus estudiantes”.

Poco a poco, las demás actividades fueron teniendo quorum, como el taller de alebrijes, donde se dieron cita quienes gustan de las manualidades. Guiados por César Alvarado, especialista en la elaboración de alebrijes, los participantes se dedicaron a dar forma a mariposas, escarabajos, ranas, dragones y víboras, entre otros, a base de alambre, papel periódico o “craft”, además de pintura.

“Para realizar este tipo de manualidades primero se debe tomar en cuenta qué tipo de figuras queremos hacer, así como su tamaño. Posteriormente se realiza el esqueleto con el alambre y se forra con el papel; finalmente, se pinta y listo”, explicó Alvarado.

El artesano indicó que el tiempo requerido para la elaboración depende de la figura elegida: “Para la mariposa, por ejemplo, puede ser de tres clases dedicando cuatro horas como máximo, mientras que para hacer un dragón, una libélula o una serpiente se requieren seis semanas. El período dependerá también de la habilidad y dedicación de cada uno de los alumnos”.

Entre pinturas y baile

En la carpa de pintura digital se instaló como instructor un personaje fuera de serie: Juan Gómez Hernández, oriundo de Ciudad Nezahualcóyotl y alumno del gran maestro de la pintura mexicana Rufino Tamayo.

En franca camaradería, tuvo tan ensimismados a los amantes de esta técnica que bastaron unas cuantas palabras y anécdotas de su trayectoria en la pintura al lado de su célebre mentor que daba la impresión de estar en una rueda de prensa con una famosa estrella de cine, por la lluvia de preguntas que le hicieron los asistentes, entre alumnos de la UNAM, niños y personas de la tercera edad.

Cabe señalar que el maestro Gómez Hernández no dejó de pintar y dar instrucciones precisas a sus discípulos al unísono. Así, refirió entre otras cosas una anécdota que vivió con su mentor: “Un día estábamos en clase y se acercó a un compañero que pintaba un mango. Tamayo lo vio tan pálido e insípido que le indicó: ‘los mangos deben de ser como las mujeres: sabrosas y chapeadas’”. Los presentes rieron divertidos.

Junto a estos artistas plásticos, quienes también despertaron gran interés fueron una maestra de baile hawaiano y su grupo de bailarinas, quienes movieron acompasadamente las caderas al ritmo de “Hawai 5-0”, tema musical de la serie televisa de los años setenta del mismo nombre.

En cuanto a los deportes, se llevaron a cabo mini torneos de “coladeritas”, tochito bandera y voleibol, además de otras atracciones como zancos, combate de gladiadores y pelota puma.

Organizado por la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas, Veranocio se celebrará hasta el próximo viernes 13 de agosto. A partir del día 16 reaparecerá el PUAF, donde todos están invitados a realizar deporte, ejercitaree y divertirse a lo grande.