Con el apoyo de la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas (DGADyR) y la Facultad de Medicina de la UNAM, un grupo de egresados de la Especialidad de Medicina del Deporte y Actividad Física, dirigidos por las doctoras María Rebeca Galindo Díaz e Irma Pérez Domínguez, organizaron una jornada académica en el emblemático Palacio de Medicina para celebrar los 25 años de la especialidad.

A un cuarto de siglo de la creación de esta rama han egresado 122 especialistas de la Facultad de Medicina de la UNAM, que cuenta actualmente con dos clínicas: el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y la Dirección de Medicina del Deporte.

En el edificio de la calle de Brasil se dieron cita tanto médicos fundadores de la especialidad como antiguos y nuevos residentes, quienes de manera conjunta mostraron lo que cada uno ha realizado, desde su trinchera, en pro de la especialidad, a la vez que se brindó un emotivo homenaje a quienes iniciaron esta aventura médico-deportiva.

Los participantes recibieron la bienvenida del maestro Morgan Quero, encargado del despacho de la DGADyR, quien hizo énfasis en lo importante que es para la UNAM la función de los médicos del deporte: “Para nosotros es muy relevante el trabajo que realizan en conjunto los médicos que actualmente conforman la plantilla de especialistas, sin olvidar a quienes hicieron posible hace ya más de dos décadas que la especialidad fuera tomada en cuenta”, señaló.

“El apoyo conjunto se ha visto reflejado en nuestros atletas y equipos representativos. Gracias a ustedes la especialidad se revitaliza día con día y somos punta de lanza a nivel nacional”, indicó.

Los doctores Miguel Aguilar Casas, Gabriel Cherebetiu y Juan González Zavala, quien fue jefe médico de los Juegos Olímpicos de México 68, estuvieron presentes a nombre de los fundadores de esta especialidad, al igual que Ricardo Márquez, profesor de la primera generación. “Llegué a poner las famosas curitas en pequeñas cortadas que se realizaban los muchachos. Qué esperanzas que se tuviera, como ahora, acceso a tanta tecnología médica”, rememoró, emocionado, el octogenario doctor González Zavala.

Jornada académica

Los temas analizados por los expertos tanto de la DGADyR como del INR fueron “Pasado, presente y futuro de la Medicina del Deporte de la UNAM”, “Medicina de la Actividad Física como promotora de la salud”, “Medicina del Deporte en las enfermedades crónico degenerativas”, “Participación en el deporte de alto rendimiento”, y “La Medicina del Deporte en el manejo de lesiones”, además de que se impartió el seminario “Sudoración en el deporte”, a cargo del especialista chino Xiaocai Shi.

El doctor Roberto Rodríguez Nava, médico del Primer Equipo del Club Universidad Nacional, recalcó la importancia de la especialidad no sólo para los deportistas universitarios, sino también para la sociedad en general.

“Para que un país sea tomado en cuenta por sus logros deportivos es sumamente importante que la Medicina deportiva sea aplicada en serio, tanto por los especialistas como por los entrenadores, incluyendo a los propios deportistas. La realización de los exámenes morfofuncionales, así como sus resultados, debe ser manejada de manera estricta para conocer la condición física de jugadores, atletas y deportistas en general. Eso es lo que buscamos realmente con las evaluaciones que se les practican, ya sea en Medicina del Deporte de la UNAM o donde se lleven a cabo”, señaló Rodríguez Nava.

De acuerdo con el facultativo del Club Universidad Nacional, si se analizan con rigor los datos extraídos en cada una de las pruebas físicas a las que son sometidos los atletas “la captación de talentos deportivos será más acertada, sobre todo si se realizan a temprana edad, pues ello llevará a tener un resultado y apoyo total en su edad adulta”, comentó.

Por su parte, la nueva generación de la especialidad coincidió al resaltar la importancia de tener a la Medicina del deporte como promotora de la salud, desde la infancia y la adolescencia, pasando por la de adulto joven y en plenitud.

“No debemos olvidar que una parte fundamental de lo que somos desde niños es lo que seremos de adultos, que va de la mano con la genética y con lo que comemos. Igualmente, si no realizamos actividad física alguna, fomentamos que nuestro cuerpo se deteriore más rápido y, por consiguiente, nuestra calidad de vida se vea mermada”, señalaron en sus intervenciones Samuel García Castrejón y Siddharta García Tamez.

Durante el primero de los recesos, la profesora Genoveva Jiménez Orozco invitó a los participantes a ejercitarse con una rutina de calistenia. En la coordinación y logística de la jornada académica las doctoras Galindo Díaz y Pérez Domínguez contaron con el entusiasta apoyo de la enfermera Irma Valverde Rodríguez.